Este estudio analiza el potencial de recuperación post-incendio de cuatro comunidades arbóreas mediterráneas representativas (Pinus halepensis, Pinus nigra, Pinus pinaster y Quercus ilex) afectadas por grandes incendios forestales (> 500 ha) durante el verano de 1994 en España. Para ello, se combinó información recogida en campo 25 años después de los incendios en 203 parcelas arboladas (131 quemadas y 72 de control sin quemar) con datos de teledetección, información geoespacial e inventarios forestales, con el fin de construir un modelo empírico capaz de evaluar el grado de recuperación. Los datos de teledetección permitieron calcular la severidad del fuego mediante el Composite Burn Index, mientras que la topografía local (pendiente y orientación) fueron obtenidos de modelos digitales del terreno creados a partir de datos LiDAR-PNOA. Los datos geoespaciales incluían información climática sobre la evolución de la temperatura y las precipitaciones. Estos datos se introdujeron en el modelo, calibrado mediante Random Forest, para conocer el grado de recuperación, inferido a partir de la similitud (en términos de altura de la vegetación, biomasa aérea y diversidad de especies) entre las parcelas quemadas y las no quemadas (control). Los resultados mostraron que sólo el 25% de las parcelas quemadas pueden ser consideradas como recuperadas. La severidad del fuego a corto plazo tiene un efecto significativo en la recuperación, aunque fuertemente modulado por la topografía local. Las características clave de las parcelas recuperadas fueron una severidad del fuego de baja a moderada y un entorno topográfico favorable, especialmente el efecto de sombreado de las laderas con orientación noroeste. Además, un clima más cálido y húmedo parece incrementar la capacidad de recuperación.